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¿Por qué entrenar la movilidad es clave para la fuerza, la flexibilidad y la salud articular?

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Muchas veces se asocia el entrenamiento de movilidad únicamente con el calentamiento o con actividades “suaves” para personas mayores o con lesiones. Pero lo cierto es que trabajar la movilidad es una parte fundamental del entrenamiento, tanto para quienes recién comienzan como para quienes ya tienen experiencia en el entrenamiento de fuerza.

¿Qué es la movilidad y por qué importa?

La movilidad se refiere a la capacidad de mover una articulación con control y sin restricciones a lo largo de su rango de movimiento. No es lo mismo que la flexibilidad (que es la capacidad de los músculos para estirarse), aunque se complementan. La movilidad tiene que ver con la salud articular, la fuerza en los rangos extremos y el control del movimiento.

Entrenar la movilidad no es solo “estirar”. Es activar, fortalecer, y aprender a moverse mejor.

¿Cómo influye la movilidad en los ejercicios de fuerza?

Para hacer una sentadilla profunda, un peso muerto técnico, un press de hombros sin dolor o incluso una dominada, necesitás tener movilidad en caderas, tobillos, columna y hombros. Si esa movilidad no está presente, es probable que aparezcan compensaciones, dolores o que simplemente no puedas ejecutar bien el movimiento.

Una buena movilidad:

  • Permite una mayor amplitud en los ejercicios.

  • Reduce el riesgo de lesiones.

  • Mejora la calidad del movimiento y la técnica.

  • Te ayuda a generar más fuerza donde realmente importa.

  • Te permite seguir entrenando a lo largo del tiempo sin sobrecargar tus articulaciones.

La salud articular también se entrena

Las articulaciones necesitan moverse para mantenerse sanas. El cartílago, los ligamentos y el líquido sinovial se benefician del movimiento activo y controlado. Cuando una articulación no se mueve con regularidad, empieza a perder función. Lo mismo sucede si solo se entrena fuerza en rangos parciales o sin control.

Entrenar la movilidad de forma específica, progresiva y constante es una forma de cuidar las articulaciones, igual que cepillarse los dientes es una forma de cuidar tu boca.

¿Cómo incluir movilidad en tu rutina?

No hace falta dedicarle horas, pero sí constancia. Algunos consejos:

  • Incluir ejercicios de movilidad articular antes de entrenar fuerza.

  • Usar pausas activas durante el día para moverte si estás mucho tiempo sentada/o.

  • Dedicar al menos un día a la semana a una sesión enfocada en movilidad y control motor.

  • Elegir ejercicios que trabajen activamente los rangos de movimiento (no solo estiramientos pasivos).

En resumen

Entrenar fuerza sin movilidad es como construir una casa sobre una base débil. Puede funcionar por un tiempo, pero no va a sostenerse a largo plazo. En cambio, si desarrollás una buena movilidad, vas a moverte mejor, con más libertad, más fuerza y menos dolor.

Invertir tiempo en entrenar tu movilidad es invertir en tu salud, tu rendimiento y tu bienestar.

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